lunes, 18 de mayo de 2020

Diana Wynne Jones

En el país de Ingary, donde existen cosas como las botas de siete leguas o las capas de invisibilidad, que una bruja te maldiga no es algo inusual. 
Cuando la Bruja del Páramo convierte a Sophie Hatter en una anciana, la joven abandona la sombrerería familiar para pedir ayuda en el único lugar mágico que se le ocurre: el castillo ambulante que atemoriza a los habitantes de Market Chipping. Pues dentro no sólo se halla un demonio del fuego, sino también el perverso mago Howl, tan diestro en realizar hechizos como en robar los corazones de las damas. 

Sobre el libro...

Quizá muchos hayan visto u oido sobre la película de este libro, ya que fue llevada al cine por uno de los mejores estudios -en mi opinión- de películas animadas: Studio Ghibli, y adaptada y dirigida por el famoso Hayan Miyazaki, siendo nominada al Oscar. 
Y, si bien la película es buenísima, el libro -como no- lo es aún más.
Para empezar, es muy diferente a la película; todo lo que pasa, esta mezclado y hay muchos cambios de personajes, lo que en cierta forma te hace verlas como dos cosas completamente diferentes: la película por un lado, y el libro por el otro.
En el libro nos encontramos con Sophie, la mayor de tres hermanas, quien cree que por el simple hecho de ser la mayor, no tiene derecho a un futuro brillante o lleno de aventuras.
Es por ello que es un personaje bastante resignado con la vida que le toco, que podríamos llevarlo a la realidad de mucha gente que solo se conforma con su estilo de vida, creyendo que no hay nada más para ellos que lo que se espera que haga.
Al principio uno se quiere enojar con ella por esa escupida creencia, ya que yo soy fiel a que uno se forja su propio destino, pero la verdad es que Sophie va evolucionando a medida que avanza el libro, sorprendiéndonos un poco con sus decisiones, y sorprendiendo a ella misma de vez en cuando.
Es frustrante ese avance, debo decirlo, ya que tiene tantas trabas en su mente, que es un proceso largo el que tiene que recorrer para darse cuenta de lo mucho que vale.
Me gusto eso, ya que a pesar de que es frustrante leer algo así sin poder decirle al personaje ¡eres genial, tonta, quítate esas ideas de la cabeza!, te das cuenta de que muchas veces, tu propia mente te dice esas cosas, y lamentablemente, tanto en el libro como en la vida real, no son pensamientos que uno pueda acallar de un minuto a otro: es un proceso, eso de quererse a uno mismo.
En este caso, cuando maldicen a Sophie y la convierten en una viejita, ella piensa que no ha perdido mucho, por que no se encuentra linda y no tiene nada que perder, y se enfrasca en una aventura para encontrar al mago que pueda ayudarla: Howl, quien no tiene una de las mejores reputaciones.

"Era raro.
En su estado normal de joven, Sophie habría temblado de vergüenza ante su comportamiento.
En su estado de anciana, no le importaba lo que hacia o decía."

Howl, por otra parte, es un personaje de lo más extraño, pero bastante entretenido.
Muchas veces rodé los ojos por sus tontos comentarios, ya que nunca había leído a un personaje tan mujeriego y despreocupado con la vida. Tan narcisista y orgulloso, dios, daban ganas de pegarle un pape, y me encanto que Sophie no fuera una de esas chicas sumisas, sino que le regañara por todo y no cayera en sus juegos. Lo. Ame.

"- ¡Claro que odias enfadarte! -replicó - No te gustan las cosas desagradables, ¿verdad? ¡Eres escurridizo como una anguila, eso es lo que eres! ¡Te escabulles de todo lo que no te gusta!"

Ella es un personaje muy terco que no esta para ser nana de nadie, y Howl es de esos que no entienden cuando alguien no los ama, lo que hacia muy chistosos los capítulos donde uno decía que si, y el otro le reiteraba que no.
Me dio risa, y me exaspero por partes iguales, pero lo que más me gusto de este personaje, fue lo extrañamente adorable que era.
Muchas veces uno en el libro pensaba que él hacia ciertas cosas por una razón, porque eso te daban a entender, y resulta que nunca fue así.
Al igual que Sophie y el resto de los personajes que lo rodeaban, todos tenían una imagen de él muy al lote, por así decirlo, y el realmente no se preocupaba por sacarlos de esa perspectiva: le daba igual.
El sabía lo que hacia y punto, y que el resto pensase lo que pensase de el.
Excepto en algunas partes que ame, juju.
Siento que son personajes tan diferentes, que resulta obvio lo mucho que se pueden ayudar mutuamente. A como ambos, pese a sus tantas diferencias y riñas, van creciendo y aprendiendo lo que de verdad importa.
Calcifer, el demonio fuego, es lejos uno de mis personajes preferidos.
Como vi la película antes de saber de la existencia del libro, tengo la imagen de el que aparece en la adaptación, y realmente me encanta.
Es entretenido y tira sus comentarios en los mejores -y peores- momentos, y pese a que quiere con desesperación su libertad, en cierta forma todos forman un vinculo muy lindo.
Mark, el aprendiz de Howl, en un personaje que no termino de llamarme la atención. Es uno de estos personajes que yo llamaría "Galleta" porque si no existieran, daría lo mismo, pero bueno, no será importante, pero si admito que sin su presencia quizá el libro hubiera sido un poco más monótono, no lo se.
En general, es un libro muy bueno que esta narrado de una forma en la que resulta muy fácil de leer, y ademas, es muy cortito.
Es de esos libros que te dejan con ganas de más, y no por que dejan hilos sueltos; todo lo contrario.
Es por que de cierta forma te llena por dentro.
Realmente es muy lindo.

"-Un corazón es una pesada carga."

Existen otros dos libros más de esta autora que transcurren en el mismo mundo, pero con otros personajes principales, y, si bien aparecen muchos de los personajes de este libro, no es lo mismo.
Aunque si es alegre saber que fue de ellos después del final.


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